martes, 6 de noviembre de 2007


El "bullying" o matonaje escolar

Existen situaciones en que uno jamás piensa verse involucrado, como es el caso del "bullying "o matonaje escolar, pero cuando te toca vivirlo tan de cerca con tus propios hijos te sientes vulnerable sin haber recibido ningún tipo de agresión directamente, pero lo peor es ver sufrir a un hijo.

Los estudios de violencia escolar no son un fenómeno reciente , ya que en 1970 comenzó a estudiarse en los países escandinavos, y a fines de los 80´y comienzos de los 90´el estudio se extendió en Inglaterra, Holanda, Japón y España.

La violencia trasciende a una conducta individual y se convierte en un proceso interpersonal porque afecta al menos a 2 protagonistas; quien la ejerce y quien la padece.

Suena un tanto cursi aseverar que en mis tiempos esto no se veía , a lo más se hacían bromas pesadas, como poner un chinche en los asientos, colgarle una cola de papel a una compañera pesada, abrochar los cordones por debajo de la mesa y un sinfin de tonteras muy inocentonas. Los tiempos han cambiado y los niños son acosados por internet por sus propios pares, agredidos verbal y sicológicamente en el propio colegio, mientras juramos que se encuentran sumamente seguros en sus jornadas escolares.

Lo que me alarma es ver este asunto como mundial, pero en nuestro país,
al menos, en algunos colegios el tema es de una importancia menor o tal vez el profesorado no quiere ver la realidad y se niegan a reconocer la importancia del ser persona ante todo y hacen caso omiso de las evidencias.

La ley de Murphy siempre está presente, me declaro una madre 100% presente en lo que respecta a la educación e instrucción de mis hijos, preocupada de velar por el bienstar físico y sicológico de ellos , sin embargo uno los deja en la entrada del colegio y no sabe qué sucede detrás de esa enorme puerta de fierro forjado . Quizás, pueden pensar que esto sucede sólo en colegios de niños por ser estos más rudos , pero les garantizo que no es así. Lamentablemente, las niñas están expuestas a los mismos arrebatos .

Les voy a contar mi experiencia para que así estén más alertas con sus hijos, puesto que muchas veces cuando comienza la etapa de la preadolescencia algunos se vuelven más retraídos y les averguenza contar sus problemas por considerarse grandes o simplemente uno tiende a bajarle el perfil por pensar que son niñerías propias de la edad.

Mi hija es una niña muy normal, responsable, deportista y muy sociable,
aunque desde el año pasado comenzó a quejarse de no querer ir al colegio.Por supuesto ,en un comienzo no le tomé mucha importancia y
lo dejé pasar, gracias a Dios siempre hemos tenido mucha comunicación y me dí cuenta que la estaban acosando sus compañeras por internet. La hice leer uno que otro artículo aparecido en la prensa con respecto al tema y le expliqué lo que era cibercrimen . Si continuaba esto , personalmente haría la denuncia en Investigaciones, al parecer se terminaron las agresiones por internet, ya que ahora tenía los fundamentos para defenderse, como igual son chicas no dimensionan el daño que hacen y que a la vez pueden verse afectadas con una denuncia , por lo mismo le insistí que el acoso por internet es un delito.

En los colegios no les hacen ver este tipo de realidades , es super normal agredirse anónimamente. Conversen con sus hijos, y enséñenles a defenderse de estos agresores.

Por un lado tenemos a esta maravillosa herramienta, que si desvirtuamos su uso deja de ser tan espectacular el fenómeno. Por otro, existe el bullying adentro del establecimiento escolar, en mi caso particular , mi hija fue agredida física y sicológicamente por una compañera de curso durante un período de tiempo en el que lo pasó muy mal. . Espero una solución para el problema e insisto que se debe extender la conciencia de este tipo violencia desatada en las salas de clases de todo el país sin respetar edades , estratos sociales ni económicos.
Mientras nuestros hijos permanecen
en el colegio no deben permitir la intimidación por parte de otros, las amenazas , las descalificaciones ,ni los golpes físicos. En muchos casos, el maltrato pasa inadvertido por profesores e inspectores y los niños andan ansiosos, con baja autoestima y bajan su rendimiento. En las niñas este matonaje se ve reflejado en rumores y aislamiento de la víctima. Se sienten rechazadas y fracasadas.

Es importante , que en los colegios se tomen cartas en el asunto, existe mucha desinformación tanto de profesores como de apoderados.

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